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Niños maltratan una obra de arte mientras los graban adultos

Fuente: Hyperallergic (Claire Voon). Gracias a Enric Farrés por el pase.

Recently released CCTV video shows the young lads touching and pulling the wall-mounted work, but we also see their two adult chaperones whip out their phones and film the entire incident — because documentation of this precious scene for posterity sure beats discipline. Not until the boys deliver their fatal blow, pulling the artwork off the wall then letting it crash back against it, do their chaperones frantically wave their hands, gesturing for their charges to return. You’d think one would exercise extra precaution in a building where everything on view is highly breakable, but some people just don’t want to interrupt that moment when art seduces their kids.

The sculpture, “Angel Is Waiting” by artist and pioneer of China’s studio glass movement Shelly Xue, has been on view — and cordoned off by rope barriers — since 2014. It depicts a pair of angel’s wings constructed of glass fragments. According to Arte MagazineXue spent about 27 months making it and dedicated it to her newborn daughterRather than fixing the work after the boys’ rough handling of it, she has decided to leave it as is. She has simply retitled it “Broken.”

The museum has reportedly not announced whether the children or women received any form of punishment, but it has installed a screen playing the surveillance footage on loop next to the piece — perhaps as a cautionary tale, or as a way to shame the delinquents and their documentarians, which would align well with Chinese custom. Either way, the moment is gathering more views and shares than if it had only been played at that family’s next reunion!

¿Llevar o no llevar los niños al museo?

A principios de este mes, el Young British Artists Jake Chapman despertó una gran polémica mediática a raíz de su afirmación a The Independent «Standing a child in front of a Pollock is an «insult» to the American who pioneered the abstract expressionism. «It’s like saying… it’s as moronic as a child? Children are not human yet».

Ayer salió publicado un artículo de Estrella de Diego sobre este mismo tema que, quizás por ser vacaciones, no ha generado tanto revuelo pero sí copio aquí. También más abajo añado un listado de las noticias publicadas en los medios anglosajones para quien quiera seguir los comentarios.

Personalmente opino que todo este revuelo fue una pataleta de este enfant terrible por lo que ocurrió esa misma semana en Roma: la retirada de su Peggyback del MAXXI museo de arte contemporáneo porqué un grupo defensor de los derechos de los niños se quejó de que esa escultura era pedopornográfica.

Y aunque no estoy de acuerdo con estas acciones, tampoco lo estoy con la actitud snob y paternalista de Jake Chapman.

Piggyback

 

No lleven a los niños al museo

Según el artista Jake Chapman, los padres que llevan a sus hijos a galerías son unos “arrogantes” y cometen un “insulto” hacia Pollock o Rothko

La pequeña bomba informativa ha saltado a la palestra a principios de este mes desde el periódico británico The Independent y a través de las declaraciones del artista inglés Jake Chapman: no se molesten en llevar a los niños a los museos de arte contemporáneo porque es una pérdida de tiempo. Es más: si deciden hacerlo, sepan que como padres son unos “arrogantes” y están cometiendo un “insulto” hacia Pollock o Rothko, complejísimos de entender, sobre todo para un niño. “¿Hay alguien más bobo que un niño? Los niños no son humanos aún”, opinaba Chapman. Además, nada de falsas esperanzas. Tampoco hay suerte con Matisse o Picasso, a pesar de que dichos pintores aspiran a recuperar los trazos infantiles. “Es tanto como decir que un niño entenderá el cubismo porque las pinturas cubistas se parecen al dibujo de los niños. Una cosa no tiene que ver con la otra”, apostillaba el artista.

Los padres que se habían preparado para la visita del domingo por la mañana a la Tate Modern —muchísimos entre bicis y paseo— se quedaban pasmados, supongo, con los niños cogidos de la mano y preguntándose qué plan alternativo se podía buscar que fuera gratis —en una Londres cara donde la oferta cultural también lo es, la permanente de la Tate Modern no cuesta nada— y ocupara un par de horas de entretenimiento infantil. ¿Dónde iban si no podían ir al museo? Sobre todo, ¿hay otros planes para niños que interesen a los padres también? Menuda noticia: echaba por tierra el trabajo de quienes en los últimos veinte años se han empeñado en despertar el gusto por el arte en los niños. No sé…, igual se puede ver pintura clásica —de esa no dice nada Chapman—. La National Gallery, por ejemplo, pues el Británico con las momias ya está visto. Saldrá más caro, pero bueno…

No era la primera vez que este artista, miembro de una generación de niños terribles ya entrados en años, protagonizaba una boutade. Parece cosa de los Young British Artists, presentados en la Royal Academy londinense a finales del siglo XX a través de la exposición Sensation. Young british artists from the Saatchi Collection —lo demuestran las actitudes de otros integrantes como Hirst o Tracey Emin, ambos excelentes en los negocios y que no se caracterizan por su discreción—. Jake Chapman es, de hecho, uno de los dos hermanos Chapman, autores de muñecones con bocas en forma de vagina y narices en forma de pene que fascinaron o desquiciaron a tantos.

Pese a todo, en esta ocasión el artista —que busca fondos para su proyecto actual a través del crowdfunding, lo que hay que ver— se ha pasado al tocar la fibra más sensible de una sociedad como la nuestra, extremadamente consciente de los derechos infantiles y muy preocupada por los programas educativos en los museos. La prensa británica se ha hecho eco y han opinado encargados de los departamentos de educación de la Royal Academy o la National Gallery: los niños sí deben ir a los museos.

Sin embargo, las declaraciones de Chapman no son sólo absurdas en lo básico, en especial porque niegan la capacidad de los niños para entender el arte o cualquier cosa: ponen sobre el tapete el viejo dilema de lo incomprensible del arte contemporáneo, porque si los niños no pueden entender el cubismo ni a Pollock, ¿quién nos asegura que podrán apreciarlo los miles de personas sin formación que van al museo precisamente a formarse? Vayan, pues, tranquilos con los niños al museo y hasta a una galería de arte: tal vez muchos de ellos pasarán por allí sin más, casi con aburrimiento —¡qué pesado mi padre!—, pero luego estará ese niño al cual la visita le cambiará la vida. Valía la pena el esfuerzo.

Noticias en medios anglosaxones:

The Independent

The Guardian

The Telegraph

Hyperallergic

The Spectator

Un niño escala una obra de Donald Judd

On Sunday, a Brooklyn gallery owner snapped this photo of two parents letting their toddler crawl all over a multi-million dollar sculpture by Donald Judd at London’s Tate Modern museum.

Stephanie Theodore, the gallery owner, quickly posted the picture to Twitter.

Theodore also confronted the parents, who were unmoved. «I told the woman the the kids were using a $10mm art work as a toy, she told me I knew nothing abt kids. Obv she doesn’t either,» Theodore tweeted. She also notified the guards at the Tate, who she said were grateful for having it brought to their attention.

Similar sculptures by Judd sold for nearly $3 million at a 2006 auction.

judd_kid

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Gracias a Jaron Rowan por el pase.