Luis Buñuel habla sobre el público

Luis Buñuel: Mi último suspiro (Memorias), Plaza & Janes, 1982, p. 69. Traducción de Ana María de la Fuente.

«Creo que el cine ejerce cierto poder hipnótico en el espectador. No hay más que mirar a la gente cuando sale a la calle después de ver una película: callados, cabizbajos, ausentes. El público de teatros, de toros o de deporte muestra mucha más energía y animación. La hipnosis cinematográfica, ligera e imperceptible, se debe sin duda en primer lugar, a la oscuridad de la sala, pero también al cambio de planos y de luz y a los movimientos de la cámara, que debilitan el sentido crítico del espectador y ejercen sobre él una especie de fascinación y hasta de violación.» (p. 71).


Studio 28

Sobre el estreno de La Edad de oro:

«La película se estrenó en el Studio 28, al igual que Un chien andalou, y se proyectó durante seis días a sala llena. Después, mientras la prensa de derechas arremetía contra la película, los Camelots du Roi y la Jeneusses Patriotiques atacaron el cine, rasgaron los cuadros de la exposición surrealista que se había montado en el vestíbulo, lanzaron bombas a la pantalla y rompieron butacas. Fue “el escándalo de La Edad de oro”.
Una semana después, Chiappe, el prefecto de Policía, en nombre del orden público, pura y simplemente prohibió la película. Prohibición que se mantuvo durante cincuenta años. La película no podía verse más que en proyección privada o en cine-clubs. Por fin en 1980 fue distribuida en Nueva York y en 1981, en París.» (p. 115).

Luis Buñuel: Mi último suspiro (Memorias), Plaza & Janes, 1982. Traducción de Ana María de la Fuente.

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